«Somos lo que comemos» todos conocemos esta frase. Entonces me pregunto, ya que la sabemos, ¿estamos dispuestos a utilizar los alimentos para ser mejores personas? Los alimentos que podemos llegar a consumir tienen un efecto en nuestro organismo que se relaciona con su funcionamiento, esto incluye nuestro cerebro, y en consecuencia, mi estado de ánimo puede verse afectado por lo que yo como.
LA SERETONINA, un neurotransmisor presente en nuestro cerebro (también se encuentra en el intestino) es uno de los principales encargados de producir la sensación de bienestar en todo nuestro cuerpo. Todos la poseemos, pero su presencia en el cerebro puede verse disminuida especialmente por el estrés y el descanso inadecuado. La disminución de la serotonina produce varios síntomas, tales como: agotamiento, depresión, ansiedad, angustia, irritabilidad e impulsividad, entre otros.
¿Estás listo para mejorar tu estado de ánimo? Mencionaré algunos principios sencillos que serán poderosos en la medida que los vayas implementando. No dejes de hacer la prueba, el hecho de que sean fáciles de llevar a cabo no significa que no surtan efecto.
En primer lugar, necesitas saber que en lo referente a nuestra salud, no existen atajos. Todo lo que sembremos en nuestro cuerpo relacionado con la salud, en su debido momento lo vamos a cosechar. Es una ley de la vida. Cada vez que hago algo para mejorar mi salud, naturalmente debería sentir felicidad, ya que estoy utilizando mi libertad para hacer algo que no solo va a favorecer mi cuerpo, sino seguramente traerá aparejado bienestar para todas las personas que tiene que soportarme a diario.
El malestar o mal humor muchas veces puede relacionarse con alguna carencia nutricional. Cuando nuestro cuerpo necesita algo que no fue consumido, da señales, y una de estas puede ser irritación o aumento del apetito. El consumo de cereales integrales, como arroz integral, avena trigo, quínoa, o mijo pelado, nos aportan hidratos de carbono complejos, los cuales permiten que nuestra glucemia (nivel de azúcar en sangre) se mantenga más estable a lo largo de todo el día. La glucemia es el combustible por excelencia de nuestro cerebro, su bienestar depende en gran medida de la presencia de la misma. Este tipo de alimentos también mejoran la absorción de triptófano, un aminoácido que es precursor de la serotonina. Por lo tanto, el consumo de cereales integrales debería ser cotidiano.
Otro grupo de alimentos de suma importancia en nuestro estado de ánimo son aquellos ricos en triptófano. Los alimentos ricos en triptófano que mejoran la función de nuestro cerebro son las legumbres, brócoli, kiwi, semillas de sésamo y zapallo, nueces, tofú (queso de soja) y maní.
Además de los cereales y aquellos alimentos que son fuente de triptófano, las neuronas necesitan de grasas saludables y oxígeno. Las grasas saludables (omega 3,6 y 9) las podemos encontrar en los frutos secos (semillas, almendras, castañas) y en otros frutos como son las paltas, el coco y las aceitunas. El consumo cotidiano de este tipo de grasas es recomendable.
Para lograr oxigenar bien nuestras neuronas, se requiere tiempo, una caminata al aire libre de 20 minutos es suficiente para comenzar.Es incalculable la cantidad de beneficios que el ejercicio al aire libre nos provee; ¡demasiado bueno para dejarlo pasar!
Combinando todos estos ingredientes, junto con un buen descanso nocturno, lo que significa que me acuesto a dormir entre las 22:00 y las 23:00 hrs, van a ser de tal beneficio para nuestro sistema nervioso que podremos olvidarnos del estrés, angustia, ansiedad y todos sus condimentos.
Una última recomendación es dedicar tiempo para estar con nuestros afectos. Tanto los abrazos como la sensación de seguridad y de ser amagos aumenta en nuestro organismo una hormona llamada oxitocina. Esta hormona se comporta como un neutrotransmisor a nivel cerebral mejorando junto con la serotonina nuestro estado de ánimo. ¡Una excelente excusa para pasar tiempo con nuestros amados!
Marien Picasso/clinicaadventista