El desayuno es crítico para tener un buen desempeño en las labores diarias. Diversos estudios han demostrado que la omisión constante del desayuno puede afectar negativamente el desempeño físico y mental de niños y adultos. La ingestión inadecuada de nutrientes esenciales puede disminuir significativamente la habilidad para llevar a cabo las labores de la mañana. Otros estudios sostienen que el saltarse el desayuno tiene un alto costo para el niño; por ejemplo, condición nutricional deficiente, mientras que la ausencia del desayuno limita su capacidad cognitiva, su memoria a corto plazo, su fluidez verbal y creatividad. Aunque es difícil medir el impacto del hambre y la falta de nutrientes sobre el desempeño físico y mental, la evidencia científica apunta a que un desayuno regular y equilibrado puede contribuir significativamente a un mejor desempeño escolar, además de garantizar el consumo de vitaminas y minerales para cubrir las necesidades diarias. Los programas públicos que proporcionan un desayuno en el colegio pueden hacer una contribución importante a la nutrición de estos niños y a su desempeño escolar, además de mejorar la asistencia. Un desayuno adecuado debe proveer aproximadamente el 25 % de los nutrientes y energía que se necesitan durante el día. La simple inclusión en el desayuno de alimentos fortificados, como los cereales, garantiza el consumo diario de vitaminas y minerales como el hierro, zinc, ácido fólico, vitaminas A y C, además de fibra (Figura 1). El desayunar cereales fortificados también está relacionado con un mejor control de peso, al promover una reducción en el consumo diario de grasa, lo que posiblemente influye en el índice de masa corporal de niños y adolescentes americanos. En los adultos, la omisión del desayuno puede influir en su actividad intelectual y función cerebral. En adultos entre 18 y 80 años, el desayuno permite optimizar las funciones cerebrales. El impacto sobre la salud de la omisión del desayuno y el consecuente prolongamiento del ayuno, también es de particular importancia en las mujeres embarazadas. Romper el ayuno de 10 o más horas (que es en realidad lo que significa desayunar) es especialmente importante porque otorga la energía necesaria para enfrentar las actividades diarias. Aunque todas las comidas aportan nutrientes esenciales, el desayuno es considerado domo el más importante, ya que después de un ayuno de toda la noche, los niveles de azúcar en la sangre disminuyen significativamente. Por eso, deben de restaurarse inmediatamente en la mañana para producir la energía necesaria para enfrentar el día.
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